Con tan solo 26 años, Qandeel Baloch fue estrangulada por su propio hermano en un crimen de honor en la provincia paquistaní de Punjab. El asesino confesó que el crimen estuvo motivado por que el contenido que subía su hermana a las redes sociales es prohibido por las facciones más conservadoras del país, además, admitió que no siente ningún tipo de remordimiento por lo sucedido.
“No me arrepiento de nada. No tengo remordimientos”, fueron las palabras queMuhammad Waseem dio en una rueda de prensa ante los medios de comunicación nacionales. La víctima fue primero sedada con una pastilla y luego asesinada en su residencia.
“Su actitud se volvió una situación insoportable para mí”, agregó el hermano. Ella no se dio cuenta de nada, la dormí con una pastilla antes de matarla”, expresó en su declaración ante el diario paquistaní, “Dawn”.
Este cruel asesinato ha vuelto a traer a discusión la polémica sobre los crímenes por honor contra las mujeres paquistaníes que encuentran justificación en los discursos de los sectores más conservadores del país sobre los derechos y libertades de la mujer.
Baloch, se hizo popular por la publicación en Facebook de fotografías de sí misma, en las cuales agregaba mensajes que criticaban la visión radical de la población paquistaní.